jueves, 28 de enero de 2016

El bullying

Hace unos días publicaron en los noticieros de España que un niño llamado Diego González, de 11 años, se suicidó debido al bullying que recibió en su colegio. Harto de no poder aguantar más ese infierno llamado "escuela", Diego decidió quitarse la vida, dejando una nota explicando el porqué de su acto. En esa carta explica que no puede aguantar más el ir a la escuela, se le han acabado las ganas de vivir. Lo increíble, es que su único motivo para su decisión, es el acoso que ha recibido en su escuela, por lo que los padres no han hecho nada malo; de hecho, en la carta, el niño cuenta que su familia es lo mejor que le ha pasado, pero el odio recibido a podido más que el amor por sus cercanos.

Esta noticia, como no, llamó mucho la atención. No por la edad temprana de la muerte del niño, si no porque, al parecer, el colegio no ha tomado medidas contra el bullying que sufría el pequeño.
Todos sabéis que en estos casos, los profesores y la dirección son el factor clave para que estas cosas dejen de suceder. Deben hacer medidas para que los acosadores se arrepientan de lo que han hecho y su comportamiento mejore. Pero al parecer, en el caso de este muchacho, no fue así. Porque los padres no sabían el calvario que sufría su hijo día si, día también.

Para serles sincera, esta noticia me ha entristecido y cabreado al mismo tiempo. No solo porque a tan poca edad se quiera dejar de vivir. ¡Coño, tenía 11 AÑOS! Aún le faltaba mucho por vivir, historias que ver y leer, anecdotas que vivir; todo se ha ido al garete, solo porque 4 cobardes (por no decir una palabrota) se han cebado de él y de su debilidad. Y peor aún, el colegio no ha hecho NADA. El niño seguramente era ridiculizado en el aula y el recreo. ¿Eran los profesores TAN ciegos como para no ver que el niño estaban siendo acosado? ¿O eran COBARDES? ¿O IDIOTAS? 

Quiero serles sincera: Yo sufrí bullying. Quizá no uno como el de Diego, pero lo sufrí desde primaria hasta la mitad de la secundaria. En primaria los chicos se metían conmigo porque era una persona muy fácil de hacer enfadar, no toleraba las bromas; y era muy sensible y débil, por lo que mis compañeros se aprovecharon. Por suerte, tenía una amiga que me defendía, pero llegaba a un punto que no podía más y no me defendía, porque estaba harta, Y en 6to de primaria, su actitud cambió, al adelgazar (era gordita). Y pasó a ser una persona un poco más egocéntrica, intentó ridiculizarme. El cuerpo había perdido peso, pero su ego engordó. Y en secundaria me dejó de lado, porque no vestía de forma "moderna" (no me importaba como iba vestida), y para colmo, otros compañeros también se aprovecharon de mis debilidades, hasta el punto, que afectó a mis estudios. Y aunque sufrí esos calvarios, no me suicidé. Alguna vez pensé en hacerlo, pero no me atreví. Simplemente no podía. Además, cometí un error que solemos cometer los que sufrimos bullying. Enseguida se los diré.

Todos sabemos que el bullying es el mal trato que recibe una persona, da igual la edad. Puede ser por las siguientes causas: Color de piel, nacionalidad, religión, orientación sexual, forma de vestir, forma de ser... El caso, es que a ciertas personas no les gusta otra persona porque las causas dichas anteriormente. ¿Que deciden hacer? Humillarlo, insultarlo, marginarlo, tratarle como una basura. ¿Por qué? Porque es diferente y eso no les gusta. O tal vez porque insultando a alguien diferente, son guays, fuertes, mejores. Y si alguien les ríe las gracias, siguen haciéndolo porque al público le gusta. Solo buscan aprobación de las masas para alimentar ese ego que tienen tan hundido que el Titanic, se sienten bien. Y si encima, no viene la autoridad (los adultos) a detenerle, lo siguen haciendo. Y si un adulto se lo aplaude, también seguirá haciéndolo.

Así pues, ¿a quién hay que culpar aquí? ¿Al niño, por no quejarse fervientemente a sus profesores y a la dirección para que los bullies dejen de acosarle, y tampoco comentárselo a sus padres? ¿A los profesores, por no darse cuenta de lo que ocurría, y si era así, mirar para otro lado y hacer como si no hubieran visto y escuchado nada? ¿A los bullies, por ser unos cobardes que no buscaron otra medida para sentirse mejor consigo mismo sin tener que herir a nadie? ¿A los padres de los bullies, que suelen ser el reflejo de la educación que les imparte, y no regañarles cuando hacía una trastada?
Aquí hay más de un culpable. 

Primero: Los bullies. Obviamente, ellos son los responsables de que el niño haya dicho "¡Hasta aquí! ¡Ya no quiero vivir más!" y haya cometido el acto. Por no tener nada mejor que hacer que meterse con alguien más débil que él, alguien que no podía o no sabía defenderse, y cebarse de ese punto débil. Ese tipo de personas me cabrean, porque se creen fuertes y en realidad no lo son, porque les pones a alguien más alto o alguien que demuestra más fuerza física y/o psicológica que él/ella, se largan con el rabo entre las piernas, ponen pies en polvorosa. Y además, aparte de ponerme de los nervios, me dan risa.

Segundo: Los profesores. La labor de un profesor no es únicamente impartir los conocimientos que él estudió en el pasado e impartirlos a los jóvenes, también tienen la labor que en la clase haya respeto por los demás, saber comportarse en un área de estudio, respetar a los compañeros y al profesorado. Y si los alumnos se portan mal, demostrarles que pueden salir perjudicados, y a la hora de trabajar, les irá muy mal. Está claro que estos "profesores", no realizaron su tarea. En vez de ayudar al pequeño, optaron por lo más básico: Mirar a otro lado, pensar que todo es una chiquillada, un juego de niños... Si, insultar e humillar a un compañero es un juego de niños. ¡SI SEÑOR! (Sarcásticamente hablando)

Tercero: Los padres de los bullies. Muchas personas sabemos que los niños son lo que son por lo que ven día a día, y su mayor ejemplo, son los padres. Si ven que el padre o la madre apoya un partido político, los hijos también lo apoyan; si ven un programa de televisión, ellos también lo ven. Muchos niños se han intentado afeitar la cara como sus padres, y las niñas se pusieron vestidos, zapatos y joyas como sus madres. ¿Por qué? Porque son el ejemplo, y todo lo que los padres hacen, los hijos lo imitan. Y los padres también son autoridad, así que el pequeño hace una trastada y no le llaman la atención en casa, este lo ve bien y lo sigue haciendo. Por lo tanto, los padres han sido unos irresponsables por crear a semejantes monstruos. ¿Y quién pagó el pato? El niño.

Seguro que muchos se preguntaron por qué le puse al niño como posible culpable de lo que recibió. OJO, él no se lo buscó, evidentemente. Entonces, ¿por qué le puse como posible culpable? Por no decirle nada a sus cercanos Según he investigado, el niño se quejó de su escuela, no quería ir. Los padres le preguntaron el porqué, pero él no dijo nada. Vamos, los padres se veían preocupados por el agobio y sufrimiento de su hijo, entonces, ¿por qué no dijo nada? ¿Por no molestarles? ¿Porque si a lo mejor se chivaba, me meterían más con él?

Si eres padre o madre, tengo que darte un consejo: Si ves que tu hijo está decaído, depresivo, que no tiene apetito; no te cortes y habla con él, demuéstrale que si está en problemas, tú estarás de su lado, pase lo que pase. Dales la confianza que pierden en la escuela, demuéstrales que no están solos, que lo que dicen en su escuela los bullies, no es cierto. Lo digo porque yo nunca les contaba a mis padres lo que me hacían mis compañeros de clase, siempre se enteraban por terceras personas, o cuando al llegar a casa, me veían muy derrumbada o enfadada. Me demostraron que puedo confiar en ellos. Muéstrales que los únicos que saben cómo es tu hijo en realidad, son ellos mismos, y lo que les dicen los demás, son intentos de hundirle, porque es más fácil denigrar a otra persona que intentar mejorar. Si algún padre o madre me está leyendo, y tiene un hijo que sufre bullying o conoce a alguien que lo sufra, le doy todo mi apoyo y le animo a acabar con esto.

Si eres victima de bullying, te diré esto: Como dije antes, yo sufrí bullying en primaria y en secundaria, y en mi casa no se enteraban hasta que otra persona se lo contaban a mis cercanos. ¿Por qué no se lo contaba a mis padres? Sinceramente, no sabría decirte. Supongo que al principio no me afectaba lo que pasaba en clase, pero luego en el recreo, si me afectaba, porque nadie me quería a su lado. Lo último que debes hacer es callarte, porque luego, al guardártelo tanto, se te acumula de tal manera, que entras en depresión y luego, puedes llegar a suicidarte. Si en la escuela no te hacen caso, díselo a tus padres; si tus padres pasan de ti, díselo a la policía. Estos últimos si te harán caso, porque es su trabajo, y así pondrás en peligro la profesión de los profesores y del director, y de los padres que pasaron en tu cara. Tu sabes muy bien que el inútil y débil no eres tú, si no tu acosador. Porque no supera sus problemas, porque sabe que es más fácil y rápido meterse con otra persona, además, a la hora de la verdad, huirá. Mientras que tú, que has sido los suficientemente fuerte para aguantar a esos cobardes, podrás superar otras dificultades. No escondas tus emociones, no hagas caso de lo que digan los demás, ellos no saben cómo eres realmente. Lucha, estudia, juega, VIVE. 


Este caso me ha dado mucha pena y sobretodo, rabia, porque, una vez más, los que pagamos la mala educación de unos padres aberrantes, idiotas, ineptos; somos personas que nuestro único delito, fue conocer a esos cobardes, que se hacen llamar humanos.

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